Este ensayo clínico examinó los efectos de la marcha nórdica frente a la marcha regular en adultos mayores sedentarios. Ambas intervenciones produjeron mejoras similares en la velocidad de la marcha, el equilibrio y la calidad de vida a lo largo de ocho semanas.
Esta revisión sistemática confirma que la marcha nórdica es una forma de ejercicio eficaz y accesible para las personas obesas y con sobrepeso, que favorece la pérdida de peso, la mejora de la composición corporal y la salud metabólica, especialmente cuando se combina con el control de la dieta.
Doce semanas de marcha nórdica combinadas con suplementos de vitamina D mejoraron la atención, las funciones ejecutivas y la velocidad de procesamiento en mujeres mayores, al tiempo que redujeron los síntomas depresivos.
Un programa de marcha nórdica de 8 semanas mejoró significativamente la fuerza de agarre y de los hombros en el brazo no dominante de mujeres de mediana edad, mostrando mayores beneficios que caminar a paso ligero o no realizar ningún entrenamiento.
Esta revisión sistemática reveló que la marcha nórdica mejora la velocidad al caminar, la longitud de la zancada, la activación muscular y la fuerza de las extremidades superiores, lo que confirma su eficacia como actividad física beneficiosa desde el punto de vista biomecánico tanto para personas sanas como para pacientes clínicos.
Este estudio reveló que la marcha nórdica aumenta la actividad muscular de las extremidades inferiores en comparación con la marcha normal, especialmente en terreno llano. La marcha cuesta arriba tuvo un efecto aún mayor en la activación muscular en ambos estilos de marcha.
En conclusión, este estudio es el primero en demostrar que el ejercicio de resistencia en forma de NW indujo una disminución de la miostatina y un aumento de la decorina, y que estos cambios se vieron modulados por los niveles de vitamina D. Esto también sugiere que las personas mayores pueden obtener más beneficios del NW de alto volumen y baja intensidad que del HIIT de alta intensidad y bajo volumen.
Este ensayo clínico demuestra que 24 semanas de entrenamiento con marcha nórdica mejoraron significativamente la memoria, la velocidad de procesamiento y el razonamiento visoespacial en pacientes con enfermedad de Alzheimer leve a moderada, lo que destaca la marcha nórdica como una terapia no farmacológica segura y prometedora.
Este estudio piloto descubrió que la marcha nórdica no afectaba significativamente a la postura de la columna vertebral ni al dolor de espalda, pero mejoraba la fuerza y el equilibrio de la parte superior e inferior del cuerpo en los adultos mayores.
Esta exhaustiva revisión analiza cómo afecta a la biomecánica y la fisiología el uso de bastones en deportes como la marcha nórdica, el trail running y el esquí. El uso de los bastones reduce la tensión en las extremidades inferiores, aumenta el compromiso de la parte superior del cuerpo e incrementa la demanda metabólica sin aumentar el esfuerzo percibido.
Estudio que compara la marcha tradicional y el Nordic Walking en mujeres mayores de 55 años.
Comparación entre bastones tradicionales y bastones con resistencia integrada en el entrenamiento Nordic Walking.
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